sábado, 5 de julio de 2008

Mi manera de recordarte

Después de tanto tiempo vuelvo a escribir, y dado el motivo de mi vuelta ojalá este blog hubiese continuado parado mucho tiempo más.
Dejo la crítica de lado para dedicarle esta entrada a un antiguo compañero y siempre amigo del cual he conocido su fallecimiento hace escasamente dos horas. De él puedo decir que es una de las mejores personas que he conocido, pero dejando claro que este no es un título hipócrita y cínico que haya adquirido con la noticia de su reciente muerte, uno de esos halos de santidad con los que se suele vestir a esas personas que ya nos han abandonado. Él era simplemente una gran persona, con quien compartí cuatro años de mi vida como compañero de clase y del que mi única queja hasta el momento haya sido tener la mala suerte de morir con 19 años. Ha dejado una familia desolada y unos amigos todavía incrédulos que esperan que se trate de una broma de mal gusto.
Intento convencerme de que está en un lugar mejor, pero ya me cuesta creer en la posibilidad de un Dios que mas que ausente es inexistente, que permite que retrasados mentales cada día se pongan de drogas hasta las cejas o conduzcan borrachos como si de un videojuego se tratase y lleguen sanos y salvos a casa con una historia más que contar, y que sin embargo decide que un joven muera delante de su padre durante una mudanza por una acrobacia imposible llevada a cabo por la más experta mala suerte en forma del disparo fortuito de una pistola.
Ahora volved a llamarme cruel por meterme con aquellos que teniéndolo todo se sienten desgraciados porque hoy, más que nunca, me parecen unos hijos de puta estúpidos y egoístas.
Por último mi más sincero pésame a todos los conocidos, amigos y sobre todo a toda su familia, que me resulta imposible imaginar por lo que deben de estar pasando en estos momentos.
Fernando, siempre estarás con nosotros. Descansa allí donde te encuentres.

5 comentarios:

Zoográfico dijo...

Una tragedia incomprensible y una injusticia, no se puede decir mucho más al respecto.

Por otro lado, cuando la vida se desnuda aparecen este tipo de cosas, que te llevan demasiado lejos de tu propio día a día o de cómo debería ser todo. Nada que nos guste o nos haga sonreír puede atenuar el impacto del primer momento, ni de los primeros días... y la gente seguirá yéndose irremediablemente hasta llegar al punto de ''acostumbrarte'' y aprender a superarlo, a vivir con ello, mejor dicho. Ser fuerte en este tipo de cosas es inútil, lo único que puedes hacer es abrazar más fuerte a los más afectados y recordar que nadie nos dijo que la vida fuera justa o que tuviera siempre sentido.

el escríba dijo...

Mis mas sinceras condolencias.

EL CONCERTINO dijo...

La peña en verano opta por los hábitos etílicos y los horarios intempestivos dejando atrás el menester del internete jeje.

Lo siento por tu amigo tío. La vida es absurda e incomprensible en determinados momentos.

¡Saludos desde Pozoblanco crack!

el escríba dijo...

Mis sinceras condolencias. Perder amigos convierte lo que era insignificante en entrañable,recordarlos es muy bueno. Animo!

Cuentasueños dijo...

Manuel, quiero representacion en tu blog, y que lo actualices y esas cosas.

No lo vendas, te exijo que lo hagas.

Y que me hagas publicidad. Jejeje

BESIJOS